En este artículo, su autora, Adriana
Careaga (2007), nos habla del significado de ser docente en el
contexto histórico en el que nos encontramos.
En primer lugar, la autora nos habla de
que la docencia y la educación tiene su base en la sociedad en la
que se encuentra. La sociedad por lo tanto forma un espacio formativo
y debido a esto la educación guía a la persona en el contexto en el
que se encuentra.
Tras este punto de la relación entre
docencia y sociedad, según (Carreaga, 2017) la carrera de la
docencia está en continua formación y así podemos distinguir las
destrezas alcanzadas al principio de la formación recibida y la que
hemos obtenido posteriormente. Esta carrera se va diferenciando en 3
niveles de experiencia que se va obteniendo.
También podemos hablar del “origen”
de la profesión docente, si es innata o puede nacer con el tiempo.
Carrega, 2007, enumera una serie de
rasgos que distinguen a una profesión “ función social,
destrezas, cuerpo de conocimientos, prolongado período de enseñanza
superior, código ético, libertad para juzgar y decidir,
organización, alto prestigio social”.
Además este artículo habla del modelo
ideal de profesor, aunque según las investigaciones realizadas no se
ha encontrado un prototipo estándar de profesor ideal, pero sí de
unas características que tienen que estar definidas para ser buen
maestro:
- Que sea capaz de transmitir conocimientos
- Que explique de una forma atractiva
- Que sea capaz de mantener la atención del alumno
- Que explique de una forma significativa, es decir, que los alumnos encuentren sentido en lo que están aprendiendo
- Que los alumnos relacionen los nuevos conocimientos con los aprendidos previamente
- Hacer partícipes a los alumnos en la clase
La manera de mejorar esta profesión es
a través de su práctica.
Para concluir, esta autora al final nos
dice que el mejor modo de mejorar nuestra labor docente es
evaluándonos a nosotros mismos planteándonos preguntas a modo de
evaluación.
En mi opinión, coincido con la autora del texto en que la educación está condicionada por la sociedad en la que vivimos, por ejemplo, no es la misma educación la que reciben los niños/as de este país que la que reciben un/ una niño/ a de África, ya que la situación social en la que nos encontramos no es la misma.
En cuanto a la vocación de enseñanza opino que es innata. Una persona que siente pasión por su profesión hace que los demás aprendan cosas de manera significativa, que estén motivados por saber más y sobre todo que disfruten ambas partes en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
Careaga, A. (2007). El desafío de ser docente. Montevidéu: Universidad de la República .
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
Careaga, A. (2007). El desafío de ser docente. Montevidéu: Universidad de la República .
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