El siguiente documento se centra en la importancia del rol del docente como agente de desarrollo de la inteligencia emocional en sus estudiantes.
Ha surgido la necesidad de considerar la educación como un espacio que contribuye a la formación integral de los alumnos; favorece a la construcción y reforzamiento de valores, que facilita al niño llevar vidas emocionalmente más saludables.
La educación emocional es entendida como el desarrollo planificado y sistemático de
habilidades de autoconocimiento, autocontrol, empatía, comunicación e interrelación.
Ha cobrado un papel fundamental y hoy requiere ubicarse en la programación educativa y la práctica docente. En este contexto, se hace indispensable formar maestros “emocionalmente inteligentes”, los cuales puedan cumplir el reto de educar a sus alumnos con un liderazgo democrático.
A través de sus experiencias, puedan enseñar a reconocer, controlar y expresar respetuosa y claramente sus emociones. El clima del aula, generado por la actuación del maestro, impactará definitivamente en el aprendizaje de los alumnos
APA:
S. B., & Talavera, P. N. (2008). El docente en el desarrollo de la inteligencia emocional: reflexiones y estrategias. Revista Digital de Investigación en Docencia Universitaria, 8-8.
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